miércoles, 20 de octubre de 2010

El Otoño...


Inmersa en un bosque y sobre un manto de hojas caídas, puedo sentir el olor a lluvia, a tierra húmeda, a musgo y caracol. Mientras, un leve hilillo de sol se cuela entre las hojas que aún siguen en pie, resintiéndose a su muerte tardía.
Se respira silencio... un silencio nostálgico, que sólo es roto por el agua de un pequeño riachuelo que fluye entre sus guijarros y todo lo que los árboles me permiten, puedo ver, a lo lejos, el vuelo de los pájaros buscando tierras más cálidas.
La suave brisa que acaricia mi rostro me avisa de que el frío está por llegar...
Al abrigo de mis sabanas despierto de un sueño...
Llega el Otoño... y con él, las primeras notas rítmicas y enamoradas,
de las hojas al caer sobre el asfalto.

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